miércoles, 29 de diciembre de 2010

Cuatro espacios urbanos transformados en jardines alrededor del mundo

Afortunada aquella ciudad que no cuente con un espacio urbano -una vía de tren fuera de servicio, una fábrica cerrada, un solar abandonado- vacío y malgastado. O peor, al borde del colapso sanitario o estructural. En Sydney, Seúl, Nueva York y París hay cuatro espacios de esos menos, para placer de sus habitantes. He aquí cuatro ejemplos de transformación ecológica.



En marzo de 2009, el alcalde de Sydney abrió al público los restaurados Jardines del Paddington Reservoir, un depósito de agua que proporcionaba agua a la estación de bombeo Botany Swamps para el suministro de agua a zonas de Sydney entre 1866 y 1899. El parque está en el techo del depósito, el jardín está en una de las cámaras inferiores.


Cheonggyecheon es un arroyo que fluye a lo largo de 5,8 kilómetros del oeste al este de Seúl. Se formó durante la dinastía Joseon con el fin de proporcionar un drenaje para la ciudad. Entre 1948 y 1960 estaba cubierto con hormigón. En 1968, una autopista elevada se construyó sobre él. Según Inhabitat, el Proyecto de Restauración de Cheonggyecheon tomó dos años y costó alrededor de 281 millones de dólares, pero ha creado un largo tramo de espacio público verde en el centro de la capital de Corea del Sur.


La vía de tren elevada High Line de Nueva York fue construida en la década de 1930 con el objetivo de retirar los trenes peligrosos de las calles del distrito industrial más grande de Manhattan. Abandonada desde 1980, la línea fue rescatada de la demolición por la organización Amigos de la High Line, un grupo comunitario sin fines de lucro. Los arquitectos James Corner y Diller Scofidio + Renfro crearon el concepto paisajístico del que se convirtió en un parque público, cuya primera sección se abrió el 9 de junio 2009.


Historia similar es la del Promenade Plantée, un paseo de plantas frondosas creado en lo que fue un viaducto elevado para el paso de trenes desde la Place de la Bastille hasta la estación Saint Maur. Cerrada en 1969, la línea se convirtió en un nuevo foco de abandono en un barrio que ya era problemático. Como cuentan en París Walking Tours, en la década de 1990, la ciudad de París y la Société d’Economie Mixte de Ordenación de l’Est Parisien, transformó este viaducto infestado de malezas en el paseo que hoy es.


Vía ecologiablog.com
09/12/2010

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