Un proyecto piloto para la fabricación de biocombustibles de algas a gran escala en Australia se ha completado con éxito. La compañía australiana de energía OriginOil y MBD Energy comparten la propiedad intelectual de este particular proceso de conversión de algas en combustible. Lo más interesante del invento, no obstante, es que en el proceso de elaboración del combustible, unas microalgas capturan el CO2 emitido por las plantas industriales, en este caso las de la empresa de energía MBD.
Además, los desechos de esta biomasa pueden ser utilizados para crear otros productos derivados, como el plástico. MBD Energy, conocida por sus minas de carbón, ya se está planteando la instalación a nivel comercial de un centro de producción de algas en tres de sus plantas de energía en Australia.
Cada una estas centrales eléctricas tiene el potencial para crear un manto de algas de unas 80 hectáreas, capaz de producir unos 11 millones de litros de aceite para plásticos y combustibles de transporte. Su socio, OiriginOil, dice que el objetivo final es transformar el combustible fabricado con algas en un competidor real del combustible de petróleo.
Otras empresas australianas, Linc Energy y Bio Cena Coal, anunciaron en 2007 que estaban construyendo un prototipo de biorreactor para procesar las emisiones de carbón de sus plantas de energía en biomasa gracias, una vez más, a las algas.
En 2008, Inventure Chemistry y Seambiotic anunciaron una alianza para desarrollar biocombustibles también a partir de algas. Y en Cambridge, GreenFuel Technologies también cuenta con un proceso para el cultivo de algas que se alimentan de CO2. Lo interesante de la nueva propuesta es el anuncio de un plan comercial inmediato para ponerlo en marcha a gran escala.
Vía ecologiablog.com
10/12/2010