Cada primavera las aguas adyacentes a las islas Feroe que están bajo jurisdicción de Dinamarca se convierten en rojo sangre. En un acto que habla más de la ferocidad humana que de su bondad como ser racional, en un cruel ritual centenares de delfines calderón, una de las especies más inteligentes del mar, son masacrados en un sacrificio que pretende celebrar el paso de la adolescencia a la madurez de los residentes del lugar.
Desde hace varios años diversas organizaciones ambientales y defensoras de los derechos de los animales han denunciado esta sanguinaria práctica.
Año tras año, la docilidad de miles de estos amigables seres marinos, también conocidos como ballenas calderón, es traicionada con la muerte por la mano del hombre.
En una orgía de sangre y carne son descuartizados cuando se acercan a la costa, principalmente por jóvenes que, ayudados por mayores, participan en la descomunal matanza que por arte de la mano absurda de los lugareños convierte en sangre la apacibilidad del verde y azul del mar.
Es una cruenta celebración para demostrar que los más jóvenes han cruzado el umbral que los convierte en “adultos”, que han alcanzado la madurez.
Una madurez a la que llegan con el instinto de violencia saciado, hundiendo en la carne de los indefensos animales sus afiladas armas que los someten a torturas sin fin.
Las fotografías que han dado la vuelta al mundo evidenciando el triste hecho muestran la “celebración” como un acto festivo, al que nadie falta para no perderse “la diversión”, donde todos participan de una manera u otra, matando o como espectadores desde un pastizal cercano al mar, como improvisada tribuna para presenciar la salvaje ejecución.
Rito cruel
Las islas Feroe con 1.117 kilómetros de costa, son una plataforma de 18 islas volcánicas aisladas en el Atlántico Norte entre Escocia e Islandia, que conforman el archipiélago feroés, en medio de las rutas migratorias de las ballenas calderón.
Las islas presentan numerosos estrechos, fiordos y profundos valles donde viven 47.000 personas en total, de las cuales casi un tercio reside en la capital, Torshavn. Entre las islas más grandes hay transbordadores y también se han construido puentes entre las dos islas mayores.
Esta zona pertenece a Dinamarca, es una región autónoma, donde hasta la década de los setenta no llegaban los aviones.
Según el doctor Marcos Sommer, de la organización Oceanógrafos Sin Fronteras, los delfines calderones, una especie inteligentísima, en peligro de extinción, son masacrados cuando se acercan naturalmente a los seres humanos por su docilidad y sensibilidad.
Esta tradición data de 1.200 años, como una ceremonia de iniciación para los adolescentes que llegan a la adultez. En esta ceremonia se matan cerca de 1.000 a 2.500 calderones (capturas anuales han oscilado entre los 1.500 a 3.000 indivuduos).
Agrega el investigador que el calderón es una especie de hábitos gregarios, vive en grupos de centenares de individuos. El núcleo del grupo es la familia (de unos 15 o 20 miembros), aunque en ocasiones se concentren varios centenares, compuesta por hembras con su cría y en general un solo macho adulto.
“Esta matanza tradicional de todos los años, desde luego sangrienta, y resulta ser un lamentable espectáculo al que nadie pone freno”, ha señalado el científico.
En una temporada completa pueden matarse hasta 3.000 ballenas, según las estadísticas de la organización internacional.
Vía elespacio.com.co
18/09/2010