Este nuevo material desarrollado por la Universidad de Tokio está formado en un 95% por agua, siendo el resto arcilla y materiales orgánicos.
Los investigadores ven aplicaciones inmediatas en la medicina, al no tener ningún tipo de rechazo por su composición.
Pero apuntan también otra aplicación relacionada con su utilización sustituyendo a los plásticos derivados del petróleo.
Sustituir a la industria del plástico por otra basada en el agua reduciría drásticamente la contaminación causada por todos los productos y embalajes que los contienen.
11/01/2010
Vía medioambiente.org