Frente a la alta tasa de urbanización de la región y el rápido aumento en el número de vehículos privados, se estima un fuerte crecimiento en las emisiones de gas de efecto invernadero causadas por el sector de transporte.
Los países de la región están tomando acciones para tratar de detener este crecimiento. Estas acciones se suelen clasificar como acciones de “Evitar-Cambiar-Mejorar”:
- Evitar la necesidad de viajar; es decir, reducir el número de viajes que se hacen
- Cambiar las modalidades de viaje a modos de transporte más sostenibles y con emisiones de carbono más bajas
- Mejorar la eficiencia de las modalidades de transporte
Lo interesante es que estas acciones no solo ayudan a reducir el crecimiento de emisiones, sino que también mejoran la calidad de vida de las personas. Por ejemplo, dado que el automovilismo privado genera gran parte de las emisiones, muchas ciudades han cambiado o están cambiando hacia un sistema de transporte público más integrado y de mejor calidad para cambiar a una modalidad más sostenible. (Curitiba y Bogotá son ejemplos obvios de ciudades que han transformado sus sistemas de transporte.)
También, planificadores urbanos o gerentes de transporte están haciendo planes integrados donde se consideran factores que van más allá del automóvil privado: aceras para los peatones; ciclovías para que la bicicleta sea una alternativa más segura y más atractiva; sistemas de BRT accesibles para todos, incluso para personas con discapacidades, personas mayores y niños. Menos emisiones también quiere decir menos contaminación en general, para mejores condiciones de salud para todos.
Con transporte sostenible ganan todos; ganan los seres humanos, gana el medio ambiente.
@HoyVerde
Fuente: Ecoticias