En una gran propuesta del diseñador Haneum Lee, que coquetea con un círculo virtuoso de perfección sustentable, nacen los postes de luz que funcionan con energía extraída de la basura. Estos sofisticados postes tienen en su base un ceso de basura y un dispositivo diseñado para traducir en energía lumínica el gas metano liberado por la descomposición de los residuos.
El mecanismo es, básicamente, el siguiente: los transeúntes depositan su basura orgánica en los compartimientos que se encuentran en la base de los postes. Una vez depositados, estos deshechos comienzan su proceso natural de descomposición con la respectiva liberación de gas metano que esto implica. Finalmente, dichos gases son traducidos en energía lumínica y el resto se conserva en forma de una útil composta.
Indudablemente en un gran invento a pesar de que su funcionamiento requeriría de una sociedad urbana ciertamente educada. Por un lado no se especifica como sería controlado el hecho de que las personas no depositen basura inorgánica en los contenedores, y por otro es claro que no funcionaría en las áreas en donde no existe mayor actividad peatonal. Sin embargo, es precisamente este tipo de desdoblamientos de la creatividad de donde pueden emerger las más brillantes respuestas para responder a las exigencias de nuestro castigado entorno natural.
@HoyVerde
Fuente: ecoosfera.com
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