Eso ayuda a combatir el estrés, a relajarnos y a dormir mejor. Por otro lado Jane Jakubczak, dietista de la Universidad de Maryland, ha demostrado que elegimos ciertos alimentos según nuestro estado de ánimo, guiados por lo que se conoce como el "apetito emocional".
Cuando estamos contentos, tendemos a optar por un gran filete de carne a la parrilla o una pizza; la sensación de tristeza nos impulsa a comer helados y galletas; y ante el aburrimiento, solemos atiborrarnos de patatas fritas.
Con información de: Agencias | Muy Interesante | Culturizando
Seguir a @HoyVerde