La doctora Ruth Pedroza Islas, académica de la Maestría en Ciencias en Ingeniería Química de la Universidad Iberoamericana (UIA), explicó que varias investigaciones, a nivel internacional, determinaron que existe una reducción de riesgo de padecer diabetes, de alrededor de 30%, bebiendo cuatro tazas de café al día.
¿Por qué estos beneficios?
Estos efectos benéficos se atribuyen al conjunto de los antioxidantes presentes en el café y se ha determinado que la mayor actividad de dichos componentes se encuentra en la fracción que es soluble en agua.
¿Cómo funciona?
La diabetes tipo 2 está relacionada con el consumo excesivo de azúcares y con el sedentarismo. De manera general puede decirse que los azúcares son digeridos y convertidos en simples (glucosa) en el tracto gastrointestinal superior y se absorben hacia el torrente sanguíneo, explicó Pedroza Islas.
Ello aumenta la concentración de azúcar en la sangre y entonces se secreta la insulina desde el páncreas, para que ésta pueda ser utilizada por diversos órganos y tejidos del cuerpo como fuente de energía y para su almacenamiento en el hígado.
Después, la glucosa almacenada puede ser utilizada como combustible, en cuanto el cuerpo así lo requiera, pero si hay una alteración en la producción o en la utilización de la insulina, entonces no pasa a las células y se concentra en la sangre en niveles anormales.
De igual forma, en la diabetes influyen algunos factores genéticos y la exposición a estrés crónico; ambos pueden alterar el metabolismo de la glucosa y aumentar su concentración en sangre, lo que además puede favorecer el incremento de grasa, especialmente alrededor de la cintura.
Esto último provoca un estrés oxidativo (aumento en la velocidad de producción de especies reactivas de oxígeno en los sistemas de defensa del organismo) en todo el cuerpo, que puede ocasionar el mal funcionamiento de diversos órganos, entre ellos páncreas e hígado, por ello se ha postulado que ingerir antioxidantes provenientes de la dieta es necesario para contrarrestar dicho estado.
Los antioxidantes
Ante ello, la especialista detalló que el café contiene diversas sustancias antioxidantes, entre las que sobresalen cafeína, ácido clorogénico, trigonelina y los lignanos que tienen un efecto en la manera en que el organismo utiliza los azúcares.
Con ello también se descartan efectos que no pueden atribuirse únicamente a la cafeína o a la concentración de ácido clorogénico, ya que ambos compuestos, por sí solos, no parecen tener los efectos preventivos, sino que los antioxidantes del café deben actuar en conjunto.
“Los antioxidantes del café pueden modular la liberación de la glucosa almacenada en el hígado y activan los receptores de insulina, reduciendo así el riesgo que representan las altas concentraciones de azúcar en la sangre y así, el consumo de café apoya en la disminución de la concentración de azúcar en la sangre”, dijo la académica.
Con información de: Agencias | Quo Mx
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