Un estudio en la Universidad de Hiroshima pidió a 48 voluntarios completar diferentes pruebas de atención, eficiencia, coordinación y cuidado. Por ejemplo, un juego al estilo “operación” donde debían extraer con pinzas 14 pequeñas piezas del “cuerpo del paciente”. Otras, fueron preguntas capciosas y de coordinación.
Después de una ronda, se realizó una pausa. A un grupo se le mostró fotografías de animales bebés. Al otro grupo, imágenes de animales adultos o de comida. Luego, reanudaron las pruebas.
Se encontró que los voluntarios del grupo que habían observado imágenes tiernas mejoraron su precisión, el cuidado que ponían en las pruebas y, al final, la cantidad de aciertos. Esto se explica por un flujo de emociones positivas que resultan en un mejor enfoque de la atención.
“Este estudio muestra que ver imágenes tiernas mejora la eficiencia en tareas que requieren cuidado, ya que enfocan el campo de atención” dijo Hiroshi Nittono. Estos efectos podrían beneficiar sobre todo a conductores y a trabajadores de oficina.
No es de extrañar que este estudio se haya realizado en Japón, donde reina el concepto kawaii (tierno, en japonés). “Lo kawaii no sólo nos hace más felices sino que afecta positivamente nuestro comportamiento”, dice Nittono.
Con información de: ecoosfera.com
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