miércoles, 17 de agosto de 2016

La fantasía sexual promueve el equilibrio psíquico

En este tipo de sueños la imaginación se dispara y prepara situaciones más o menos reales que, habitualmente, la persona no se atrevería a hacer.

Durante mucho tiempo las fantasías eróticas fueron consideradas como algo vergonzoso, de lo que no se hablaba. El goce sexual estaba negado, por no decir clausurado, para la mitad de la humanidad.

Afortunadamente, hoy en día las mujeres asumen mucho mejor sus fantasías sexuales. Para muchos especialistas éstas participan en el equilibrio psíquico de la mujer, alimentan el deseo, intensifican el placer y son el vector de una sexualidad más abierta y desarrollada.

Cuando la capacidad para fantasear de las mujeres se incrementa, sus sensaciones eróticas son mayores y mejores sus orgasmos. De hecho, un número de mujeres similar al de hombres (71%) fantasean durante el coito.

Durante las fantasías, la imaginación se dispara y prepara situaciones más o menos reales que, habitualmente, la persona no se atrevería a hacer. Es ese componente ficticio e irreal lo que hace atractivo algo que en la práctica puede no serlo para el sujeto.

Las fantasías eróticas durante la relación sexual suelen ser más esporádicas que las acontecidas* durante las ensoñaciones diurnas (soñar despiertas) o durante la masturbación*, debido a que se trata de un momento en el que la mujer se encuentra a solas.

En las ensoñaciones diurnas se desarrollan las fantasías más elaboradas, con mayor número de elementos ambientales, lugares exóticos y enredos con algún argumento por simple que parezca.

Los acontecimientos de días pasados, los deseos largamente reprimidos, las situaciones temidas o irrealizables, son la principal fuente de inspiración para la elaboración de estas fantasías, donde la pareja o algún desconocido son los protagonistas.

Con información de: Agencias | Culturizando