Se trata de una sustancia presente en el humo del tabaco, conocida como hidrocarbonos policíclicos aromáticos (Polycyclic aromatic hydrocarbons o PAHs) que representan uno de los principales causantes del cáncer pulmonar. Al introducirse en el cuerpo del fumador permite la formación de matebolitos que reaccionan con el ADN para producir mutaciones, que pueden derivar en tumores cancerígenos.
Tras examinar a 12 voluntarios, todos fumadores habituales, los científicos confirmaron que la concentración de metabolitos se intensifica solo 15 minutos después de que se ha producido la inhalación del humo de un cigarrillo, fenómeno que sugiere que el fumar podría afectar los genes pocos minutos después de la primera fumada.
Con información de: Agencias | Ecoosfera
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