Los especialistas de las universidades de Pensilvania, Columbia, Cornell y Rutger, señalan que quienes expresan ciertas formas del gen CD36 pueden tener una mayor inclinación por comidas grasas, y les cuesta más adelgazar.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos examinaron a 317 hombres y mujeres afroamericanos - más vulnerables a la obesidad- los encuestaron sobre sus gustos y preferencias alimenticias, y determinaron, mediante un examen de saliva, la forma de CD36 que tenían.
De esta forma, descubrieron que los participantes con la forma AA del gen -presente en el 21 por ciento de la población - resultaron más propensos al tipo de comida en cuestión.
La investigación, que en un futuro continuará con niños, puede ayudar a explicar por qué algunos individuos tienen más dificultades para seguir una dieta baja en grasa y por qué les puede ir mejor cuando adoptan una alimentación alta en grasa y baja en carbohidratos, indicaron los autores del trabajo.
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