Un ambicioso estudio europeo ha puesto número a los casos de cáncer que tienen su origen en el consumo de alcohol. En España, la bebida fue responsable directa de 15.671 tumores en 2008 (14.295 en hombres y 1.376 en mujeres), fundamentalmente en personas con un consumo superior al máximo recomendado (dos copas de vino o dos cervezas diarias en hombres y la mitad en mujeres). Además, en otros 5.498 casos, el alcohol interviene en el desarrollo de tumores junto a otros factores.
Según el trabajo, publicado por el British Medical Journal, el 15% de los tumores que se diagnostican a los hombres en España (el 3% en mujeres) tienen relación con el alcohol, una cifra notable si se compara con los vinculados al tabaco, que representan el 30%. Por tipos de neoplasias, la bebida es culpable del 41% de tumores de esófago, laringe o faringe en hombres o de más del 30% en el hígado.
En los ocho países analizados (Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Holanda, España y Reino Unido), la tasa femenina es la misma que la española (el 3%), pero la masculina es sensiblemente inferior: un 9,6% de los tumores, cinco puntos menos, se deben al abuso de la bebida.
Este estudio no trata de determinar si existe una causa entre el alcohol y el desarrollo de neoplasias. Este debate no solo quedó aclarado hace tiempo, sino que cada vez hay evidencias de nuevas relaciones. Al vínculo de la bebida con los tumores de boca, laringe, faringe, esófago e hígado, la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés), añadió en 2007 los de mama y colon. En este caso, el trabajo pretende cuantificar los efectos del consumo, sobre todo, abusivo. Y para ello investigadores de 28 centros (seis españoles) de 10 países han consultado información de 363.988 europeos de 37 a 70 años, a partir de los cuales han extrapolado los datos.
El artículo arroja distintas conclusiones. Una de ellas es que la fotografía que ofrece el trabajo no responde al patrón de consumo actual, en la que cada vez tienen un mayor peso los atracones de fin de semana, especialmente frecuentes en la población adolescente y juvenil, sino al de hace décadas, más parecida al hombre que bebe con exceso a diario.
La carcinogénesis es un proceso lento en el que pueden transcurrir 20 o 30 años desde que se adquiere el hábito hasta que aparece el tumor. Por eso, como advierte Antonio Agudo, investigador del Institut Català d'Oncologia (ICO) y uno de los coordinadores del estudio en España, la mayoría de los casos de cáncer que recoge el artículo corresponden a hombres de 60 a 70 años. "Los efectos del comportamiento actual de los bebedores no los veremos hasta dentro de 15, 20 años o más", comenta. Y es probable, como sucede como con el tabaco, que el número de casos entre mujeres tienda a igualarse en el futuro al de hombres, de la misma forma que ha aumentado el número de bebedoras.
Entre los europeos, 57.000 tumores estaban asociados al consumo de alcohol y más de la mitad, 33.000, a beber más de lo recomendado. "Muchos de estos cánceres se podrían haber evitado si la ingesta de alcohol se hubiera limitado a la cantidad aconsejada" por la Organización Mundial de la Salud, indicó ayer a Reuters Madlen Schutze, del Instituto Alemán de Nutrición Humana. "También se prevendrían más casos si se consumiera por debajo de las recomendaciones o si se dejara por completo", añadió.
¿Quiere esto decir que hay que recomendar la abstinencia total, como en el caso del tabaco? Antonio Agudo no lo tiene nada claro. "Es cierto que si se reduce el consumo a cero se disminuye el riesgo de tener tumores, pero beber moderadamente tiene efectos beneficiosos, por ejemplo, cardiovasculares, que también se eliminarían".
Entre la avalancha de datos que incluye el artículo se esconde una aparente contradicción. Los españoles registran el mayor porcentaje de abstemios y exbebedores. Así, beben un 67% de los hombres, frente al 88% de media, o el 96% de alemanes o daneses. Sin embargo, pese a beber menos, el porcentaje de tumores en España vinculados al alcohol es del 15% frente a menos del 10% en el resto de países.
El investigador del ICO apunta varias razones para explicar esta paradoja. Los exbebedores también contribuyen a los nuevos diagnósticos (el desarrollo de tumores es lento). Pero además, "el grupo de tumores causados por el alcohol y los otros factores que interactúan con él [tabaco, exposición a sustancias nocivas, dieta] seguramente también son mayores en España".
Por todo ello, el artículo concluye con la recomendación de que los países incrementen sus esfuerzos para reducir el consumo de alcohol en Europa.
En los ocho países analizados (Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Holanda, España y Reino Unido), la tasa femenina es la misma que la española (el 3%), pero la masculina es sensiblemente inferior: un 9,6% de los tumores, cinco puntos menos, se deben al abuso de la bebida.
Este estudio no trata de determinar si existe una causa entre el alcohol y el desarrollo de neoplasias. Este debate no solo quedó aclarado hace tiempo, sino que cada vez hay evidencias de nuevas relaciones. Al vínculo de la bebida con los tumores de boca, laringe, faringe, esófago e hígado, la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés), añadió en 2007 los de mama y colon. En este caso, el trabajo pretende cuantificar los efectos del consumo, sobre todo, abusivo. Y para ello investigadores de 28 centros (seis españoles) de 10 países han consultado información de 363.988 europeos de 37 a 70 años, a partir de los cuales han extrapolado los datos.
El artículo arroja distintas conclusiones. Una de ellas es que la fotografía que ofrece el trabajo no responde al patrón de consumo actual, en la que cada vez tienen un mayor peso los atracones de fin de semana, especialmente frecuentes en la población adolescente y juvenil, sino al de hace décadas, más parecida al hombre que bebe con exceso a diario.
La carcinogénesis es un proceso lento en el que pueden transcurrir 20 o 30 años desde que se adquiere el hábito hasta que aparece el tumor. Por eso, como advierte Antonio Agudo, investigador del Institut Català d'Oncologia (ICO) y uno de los coordinadores del estudio en España, la mayoría de los casos de cáncer que recoge el artículo corresponden a hombres de 60 a 70 años. "Los efectos del comportamiento actual de los bebedores no los veremos hasta dentro de 15, 20 años o más", comenta. Y es probable, como sucede como con el tabaco, que el número de casos entre mujeres tienda a igualarse en el futuro al de hombres, de la misma forma que ha aumentado el número de bebedoras.
Entre los europeos, 57.000 tumores estaban asociados al consumo de alcohol y más de la mitad, 33.000, a beber más de lo recomendado. "Muchos de estos cánceres se podrían haber evitado si la ingesta de alcohol se hubiera limitado a la cantidad aconsejada" por la Organización Mundial de la Salud, indicó ayer a Reuters Madlen Schutze, del Instituto Alemán de Nutrición Humana. "También se prevendrían más casos si se consumiera por debajo de las recomendaciones o si se dejara por completo", añadió.
¿Quiere esto decir que hay que recomendar la abstinencia total, como en el caso del tabaco? Antonio Agudo no lo tiene nada claro. "Es cierto que si se reduce el consumo a cero se disminuye el riesgo de tener tumores, pero beber moderadamente tiene efectos beneficiosos, por ejemplo, cardiovasculares, que también se eliminarían".
Entre la avalancha de datos que incluye el artículo se esconde una aparente contradicción. Los españoles registran el mayor porcentaje de abstemios y exbebedores. Así, beben un 67% de los hombres, frente al 88% de media, o el 96% de alemanes o daneses. Sin embargo, pese a beber menos, el porcentaje de tumores en España vinculados al alcohol es del 15% frente a menos del 10% en el resto de países.
El investigador del ICO apunta varias razones para explicar esta paradoja. Los exbebedores también contribuyen a los nuevos diagnósticos (el desarrollo de tumores es lento). Pero además, "el grupo de tumores causados por el alcohol y los otros factores que interactúan con él [tabaco, exposición a sustancias nocivas, dieta] seguramente también son mayores en España".
Por todo ello, el artículo concluye con la recomendación de que los países incrementen sus esfuerzos para reducir el consumo de alcohol en Europa.
Con información de: Agencias | El País
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