jueves, 6 de octubre de 2016

Tener una planta en tu oficina le hará bien a tu cerebro

La naturaleza, en casi todas las circunstancias de nuestro día a día, hace magia psicológica. Se ha demostrado, por ejemplo, que los empleados con ventanas que miran a la vegetación están mucho más satisfechos que aquellos con vista hacia otros edificios o a la calle.

Los trabajadores en oficinas sin ventanas tienden a colgar imágenes de la naturaleza y tienen cinco veces más probabilidad de comprar plantas para poner alrededor de sus espacios de trabajo.

Las plantas de mesa, además de resaltar un lugar, tienen poderes psicológicos sobre nosotros. Un equipo de investigación liderado por académicos de Noruega probó los efectos de las plantas en la productividad de los trabajadores.

En el primer estudio, algunos participantes de la prueba llevaron a cabo una tarea de lectura mientras estaban sentados en una mesa de madera sin nada alrededor. Los otros hicieron lo misma tarea en una mesa rodeada de plantas de oficina y flores.






Los resultados del experimento fueron muy claros: los trabajadores en una mesa con plantas tuvieron mucho mayor puntaje que los que se sentaron en una mesa vacía. Los primeros pudieron concentrarse por más tiempo que los segundos.

Cada vez hay más personas que pasan gran parte de su vida en una oficina, es por ello que este estudio es relevante. Existe una larga línea de evidencia que demuestra cómo el cerebro se beneficia de la naturaleza. Paseos breves en el parque pueden hacer que una persona se enfoque en una tarea, la vista de vegetación ayuda a pacientes de hospitales a recuperar el espíritu.

Todo esto se puede explicar mediante la “teoría de restauración de atención”, en la cual se muestra que nuestro cerebro gasta mucha energía en tareas que requieren atención directa. La fatiga mental sólo puede ser regenerada cuando damos un descanso a nuestra atención directa. Dormir puede funcionar, pero cuando estamos despiertos también podemos refrescar la atención directa al cambiar nuestra atención hacia algo indirecto o que no requiera esfuerzo mental. La naturaleza, por supuesto, ofrece este tipo de absorción, una distracción restaurativa.

La importancia de la naturaleza no debe tomarse a la ligera. Un paseo en el parque, una ventana, algunas plantas de interior pueden hacer una diferencia absoluta en la manera en que manejamos los trabajos y los días.

Con información de: Agencias | Ecoosfera