El trabajo se ha basado en la creación de un mapa facial en 3D que permite predecir con exactitud la edad fisiológica (los años que tiene nuestro cuerpo) de cualquier persona; así, la curvatura de los ojos, el ancho de la boca, de la nariz o la distancia entre ambas que va modificándose con la edad, permiten trazar la edad real de una persona que puede diferir en hasta 6 años más o menos respecto a la edad cronológica (en las personas menores de 40 años), la que revela nuestro DNI o nuestro carné de conducir.
Para llegar a esta resolución, los científicos realizaron un análisis morfológico de los rostros de 322 personas con edades comprendidas entre los 17 y los 77 años de edad con objeto de generar mapas en tres dimensiones de todos ellos. El análisis morfológico permitió identificar ciertos rasgos faciales cuantificables para definir la edad de una persona.
A diferencia del tiempo que ha transcurrido desde nuestro nacimiento, nuestra edad fisiológica muestra el estado funcional del organismo. Gracias a este mapa facial en 3D ahora disponemos de un marcador fiable para estimarla y prevenir también ciertas enfermedades relacionadas con nuestros hábitos de salud y que empeoran con el paso del tiempo a medida que nos hacemos más mayores.
Con información de: Agencias | Muy Interesante
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