Un equipo de científicos pone en duda la existencia del Punto G, zona erógena distintiva cuya estimulación, se cree, causa un placer sexual único a la mujer.
Investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, basaron esa conclusión en la revisión de 100 estudios sobre ese tema, realizados desde la década del 50 del pasado siglo.
Las mediciones realizadas, que incluyeron estimulaciones digitales y estudios con resonancia magnética, no encontraron evidencias concluyentes sobre la existencia del punto de GrÃñfenberg, nombre que se debe al ginecólogo alemán, Ernst GrÃñfenberg.
Pesquisas previas sugirieron que el punto G se encuentra en un área anterior de la vagina, detrás del pubis, donde se concentran terminaciones nerviosas.
Durante el análisis de los estudios anteriores, el equipo liderado por Amichai Kilchevsky, urólogo del hospital New Haven, de la Universidad de Yale, en Connecticut, buscó datos objetivos confiables sobre la existencia de esa zona erógena.
Pero no encontraron nada claro, aunque no descartan la posibilidad de que realmente exista una área anatómica distintiva.
Kilchevsky piensa que el punto G es la extensión del clítoris al interior de la vagina, como la base del pene en el hombre.
Aunque las investigaciones indican que la mayor parte de las mujeres cree en la existencia de esa zona erógena, no todas tienen la seguridad de su real ubicación.
Tampoco los estudios radiológicos han logrado probar que existe una entidad única, con excepción del clítoris, cuya estimulación directa lleve al orgasmo vaginal.
Con información de: Agencias
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