El estudio tiene algunas limitaciones. No dice nada de si las personas que van a restaurantes con frecuencia tienen un peor estado de salud que las que comen en casa, y no tiene en cuenta los posibles beneficios de comer fuera, como el hecho de socializar y reducir el estrés de cocinar.
Aun así, los hallazgos muestran que "comer en restaurantes debería ser la excepción, no la norma", dijo la coautora del estudio, Lisa Powell, profesora de políticas de salud y administración en la Universidad de Illinois, en Chicago.
Powell dijo que los investigadores deseaban comprender mejor el papel de la comida de los restaurantes en la dieta de las personas. "Sabemos que junto con el aumento de las tasas de obesidad, los estadounidenses han estado comiendo cada vez más fuera de casa, y ahora consumen de promedio aproximadamente 600 calorías al día en los restaurantes", dijo.
Eso no sería un problema para la salud de las personas si sus dietas fuera de casa fueran parecidas a las de casa. Pero este estudio descubrió otra cosa.
Los investigadores basaron sus hallazgos en las respuestas de más de 12,000 personas de 20 a 64 años de edad que participaron en encuestas federales de 2003 a 2010. Los participantes respondieron a preguntas sobre qué comían en dos días distintos.
Las personas que comían en puestos de comida rápida o en restaurantes de servicio completo consumieron un promedio de 194 y 205 calorías adicionales al día, respectivamente. También consumieron más grasa saturada (3 y 2.5 gramos extra, respectivamente) y sal (296 y 451 miligramos, respectivamente).
¿De dónde vienen todas esas calorías adicionales? "De alimentos con una densidad energética mayor, de porciones más grandes y de más calorías vacías como las bebidas endulzadas con azúcar", dijo Powell.
Las investigaciones previas sugieren que el 36 por ciento de las personas adultas consumen alimentos, bebidas o ambos en restaurantes de comida rápida al día, y el 27 por ciento comen en restaurantes de servicio completo. Tomando esas cantidades en cuenta, Powell estimó que la persona típica en los Estados Unidos consume unas 24,000 calorías adicionales cada año al comer fuera, el equivalente a entre 6 y 7 libras (2.7 y 3.1 kg) al año.
Susan Roberts, directora del Laboratorio del Metabolismo de la Energía del Centro de Investigación sobre la Nutrición Humana y el Envejecimiento Jean Mayer del USDA en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts, en Boston, dijo que es posible que las personas que comían fuera en restaurantes en los que se sentaban en realidad consumían más de lo que recordaban porque es difícil estimar los tamaños de las porciones en esos restaurantes.
"Siempre subestimamos las porciones grandes, de modo que las personas no se dan cuenta de que las porciones de los restaurantes son tan excesivas como lo son", señaló. "Esta es la razón por la que necesitamos que haya etiquetas en las cartas de todos los restaurantes, y no solamente de las cadenas de comida rápida y más grandes".
¿Cómo pueden las personas evitar consumir calorías adicionales cuando comen fuera?
"Averigüe si puede pedir media porción", dijo Powell. "Cuando se puedan elegir los acompañamientos, pida verduras y ensalada en lugar de alimentos fritos. Averigüe si es posible conseguir una salsa o un aderezo aparte, y beba agua en lugar de refrescos".
Roberts sugiere que se dé por hecho que toda la comida de los restaurantes incluye el doble o el triple de calorías de las que usted necesita. "Eso significa como mínimo que debería comer la mitad o menos de una porción para no ganar peso", dijo. "Siempre puede pedir a quien le atienda que le guarde para llevar la mitad antes de servirlo en la mesa. También puede pedir ensaladas con aderezo, queso y crutones al lado, y entonces solo usar lo que desee. Controlar al detalle su orden normalmente es una gran forma de hacer las cosas".
Fuente: HealthDay, traducido por Hispanicare
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