Hasta ahora se tendía a creer que el tabaquismo era, más que una causa, un “efecto colateral” de la esquizofrenia: los afectados fumarían más para aliviar síntomas como la angustia o las alucinaciones auditivas. Pero ahora, un análisis del King’s College de Londres que ha revisado 61 estudios independientes sugiere que la adicción a la nicotina podría aumentar las posibilidades de padecer ese grave trastorno mental.
La conclusión se basa en tres datos. En primer lugar, el 57% de los esquizofrénicos fumaban cuando experimentaron el primer brote psicótico. En segundo lugar, los fumadores habituales tienen, según este trabajo, el doble de posibilidades de padecer la enfermedad en comparación con los no fumadores. Y por último, quienes han adquirido el malsano hábito empiezan a sufrir esquizofrenia un año antes.
De todos modos, los investigadores creen que aún no se puede establecer una relación causa-efecto de modo inequívoco, y que hacen falta más investigaciones. Si al final se confirman sus sospechas, posiblemente se deba a que la nicotina altera la producción de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor implicado de forma directa en la esquizofrenia.
Con información de: Agencias | Muy Interesante
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