Todos sabemos que el estrés es dañino pero quizá desconocemos hasta donde. El estrés crónico está ligado enfermedades como la infertilidad y la depresión, aunque probablemente ignoramos manifestaciones de malestar en la cotidianidad ligadas también a este. Te presentamos 17 razones para que evites el estrés.
Dolores de cabeza: un mayor estrés está asociado a un mayor número de dolores de cabeza por mes.
Pérdida de cabello: en un estudio hecho a distintas gemelas, se comprobó que aquellas con más estrés experimentaron una mayor caída de cabello.
Memoria: en animales se ha comprobado que el estrés disminuye la memoria.
Acné: sobre todo en estudiantes varones se ha probado que el estrés aumenta el acné.
Insomnio: un estudio de 2010 comprobó que aquellos ambientes de trabajaos psicosociales malos doblan las dificultades para dormir.
Ataques cardiacos: un estudio comprobó que de 200 mil empleados en Europa, aquellos con trabajos estresantes, el 23%, estuvieron más predispuestos a tener un ataque al corazón.
Empeoramiento del asma: en un estudio de 5000 adultos los que experimentaban estrés crónico fueron encontrados con el doble riesgo de desarrollar asma.
Antojo de azúcar y grasas saturadas (y sus nocivos efectos): en animales se ha encontrado que a mayores niveles de estrés tienden a buscar más alimentos azucarados.
Digestión: este puede desbalancear el equilibrio del sistema digestivo.
Engordamiento del vientre: distintos estudios han ligado altos niveles de cortisol a una mayor acumulación de grasa en esta área.
Dolor de espalda: altos niveles de cortisol y un estrés crónico ha sido ligado a dolores de espalda crónicos.
Disminución del impulso sexual: los altos niveles de cortisol disminuyen la libido.
Presión sanguínea: el estrés eleva la presión arterial, lo que pude desembocar incluso en ataques cardiacos.
Fatiga suprarrenal: el estrés impide la exhalación de hormonas sexuales e incrementa la fatiga en todos los sentidos.
Aumento de azúcar en la sangre: por el estrés, hormonas como la adrenalina o el cortisol, provocan que aumente el azúcar en la sangre. Un estudio mostró que los hombres bajo estrés son 45% más propensos a desarrollar diabetes tipo II.
Envejecimiento: el estrés activa indicadores de envejecimiento prematuro.
Afectación al sistema inmunológico: el estrés ha probado desmejorar las defensas en el cuerpo; sin embargo, se ha comprobado que más que los altos niveles de estrés, lo que más afecta es la periodicidad de experimentación de este.
Con información de Ecoosfera
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